24h Cataluña.

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Los pinos en Catalunya mueren de forma repentina debido a la sequía de 2022, informa el Creaf.

Los pinos en Catalunya mueren de forma repentina debido a la sequía de 2022, informa el Creaf.

El proyecto Alerta Forestal del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) ha revelado que los pinos de Catalunya están sufriendo los efectos de la sequía con un año de retraso y están muriendo de forma abrupta en algunas comarcas de Barcelona, especialmente en Osona y el Berguedà.

Según un comunicado publicado hoy, las coníferas como los pinos y los abetos resisten en la medida de lo posible a las condiciones adversas de una fuerte sequía, pero algunos sufren una lenta agonía que puede llevarlos a la muerte en cuestión de pocos días.

Este fenómeno está siendo observado este verano en las comarcas de Osona y el Berguedà, donde se está constatando que muchas copas de los pinos se vuelven totalmente marrones en poco tiempo y de forma súbita.

Los expertos señalan que cuando esto ocurre, los pinos ya están muertos y no tienen capacidad de rebrote ni hojas verdes que les permitan mantener sus funciones vitales. Este fenómeno puede manifestarse meses o incluso años después de que haya terminado un período de sequía.

De esta forma se explica por qué, a pesar de que esta primavera ha sido relativamente lluviosa en muchas zonas, se han observado pinos con copas marrones, especialmente en Osona y el Berguedà. Son pinos que están muriendo debido a la sequía del verano pasado, recalcan los investigadores.

De acuerdo con el informe DeBosCat 2022, la red de seguimiento del estado de salud de los bosques de Catalunya, el año pasado fue el año con más bosques registrados afectados por sequía. De un total de 33.072 hectáreas de bosque con signos de sufrimiento por sequía y calor extremo, 5.993 hectáreas eran de coníferas.

Los investigadores también afirman que, teniendo en cuenta que las coníferas muestran los efectos de la sequía con cierto retraso, es posible que este dato sea una subestimación de las coníferas que realmente se han visto perjudicadas por la falta prolongada de agua.