En el caso de la mujer asesinada en Barcelona, la trágica historia de violencia y manipulación por parte de su pareja queda al descubierto. La jueza que lleva el caso ha confirmado que el sospechoso ejercía violencia de género de forma habitual, aunque la víctima decidió retomar la relación dos meses antes del fatídico crimen.

La pareja llevaba un año y medio juntos, pero una agresión previa en agosto de 2023 llevó a un distanciamiento de seis meses. A pesar de las señales de alerta, decidieron volver a vivir juntos en abril de este año, lo que desencadenó en una escalada de agresiones que culminó en la muerte de la mujer.

Según testigos, las discusiones y agresiones eran constantes, con episodios de celos extremos, menosprecios e insultos por parte del sospechoso. La noche del crimen, vecinos escucharon una fuerte discusión en la terraza del piso, seguida de un impactante golpe que resultó ser el cuerpo de la mujer cayendo desde el cuarto piso.

El sospechoso huyó del lugar y se refugió en casa de un familiar, mientras solo la madre del acusado defendía la teoría del suicidio. Sin embargo, la jueza descartó esta versión, ya que varios testigos confirmaron que el hombre estaba presente en el balcón durante el trágico suceso.

Además, se reveló que el sospechoso no mostró ningún intento de ayuda o remordimiento al ver el cuerpo de la víctima en el suelo. En lugar de pedir auxilio o llamar a emergencias, optó por huir, siendo perseguido por testigos que increpaban su comportamiento.