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Ben Ami, exministro israelí, critica la discusión sobre dos estados y aboga por una unión entre los palestinos.

Ben Ami, exministro israelí, critica la discusión sobre dos estados y aboga por una unión entre los palestinos.

En un comentario impactante, el exministro de Exteriores de Israel, Shlomo Ben Ami, ha evitado referirse explícitamente al genocidio en Gaza, aunque ha señalado que la situación actual está tan devastada que recuerda profundamente las ruinas de Berlín tras la Segunda Guerra Mundial. Durante un foro celebrado en Barcelona, Ben Ami discutió la tensa situación entre Israel y Palestina y expresó su preocupación por la falta de un camino claro hacia la paz.

Ben Ami caracterizó la discusión sobre la solución de dos estados como un "error táctico" en este momento, ya que, según él, solo logra consolidar el apoyo interno en torno al primer ministro Benjamin Netanyahu. En cambio, abogó por el fortalecimiento de un movimiento palestino unificado, centrado en la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

A pesar de su defensa de la solución de dos estados, Ben Ami cuestionó su viabilidad actual, citando varios fracasos en negociaciones pasadas y sugiriendo que los israelíes no están dispuestos a modificar su postura hacia los palestinos en las circunstancias actuales. En su opinión, un primer paso hacia la paz sería lograr la pacificación de Gaza y la desmilitarización de Hamás, algo que permitiría aliviar las tensiones israelíes hacia un acuerdo.

La presencia de colonos en Cisjordania y los retos de seguridad también fueron considerados obstáculos cruciales en cualquier intento de negociación sobre un posible estado palestino. Ben Ami argumentó que los intentos de líderes estadounidenses como Clinton, Bush y Obama fracasaron, lo que sugiere que las exigencias israelíes sobre seguridad se han intensificado tras los recientes conflictos.

Para Ben Ami, una forma de superar la influencia negativa de Hamás en la causa palestina sería integrarlo en la OLP, fortaleciendo así un movimiento palestino cohesionado. Sin embargo, expresó escepticismo sobre la integración debido a los temores de que Hamás pueda dominar a la OLP, considerándola demasiado lenta y burocrática.

El exministro también se aventuró en la discusión de la posibilidad de que potencias regionales, como Turquía y Catar, desempeñen un papel en el desarme de Hamás, planteando interrogantes sobre si este escenario es viable dado su histórico apoyo al grupo.

Además, Ben Ami mencionó la importancia del contexto geopolítico, sugiriendo que las determinaciones de figuras como el ex presidente Trump han influido en el curso de las acciones israelíes, y que una postura similar es necesaria con respecto a Hamás en el contexto actual.

En la discusión sobre el conflicto y la paz en la región, destacó un cambio en la dinámica entre naciones vecinas que, según él, buscan establecer relaciones pacíficas con Israel, aunque el camino hacia un acuerdo sigue siendo complicado.

Cuando se le preguntó sobre la etiqueta de genocidio aplicada a las acciones en Gaza, Ben Ami se alineó con el rey Felipe VI en su uso matizado del lenguaje, reconociendo crímenes de guerra y contra la humanidad sin llegar a calificar las acciones como genocidio. Sostuvo que, aunque han ocurrido atrocidades, no vislumbra una intención deliberada de exterminio sistemático.

Concernido por el futuro, enfatizó la devastación en Gaza, señalando que su apariencia es "peor que Berlín en 1945”, y los efectos de la guerra perdurarán en la memoria de las generaciones venideras. Ben Ami instó a esperar a que los tribunales internacionales se pronuncien sobre la situación, aunque dudó que Netanyahu enfrente algún juicio por el Tribunal Penal Internacional.

Por último, al abordar el Premio Nobel de la Paz, Ben Ami expresó su apoyo a la opositora venezolana María Corina Machado, sugiriendo que Trump también podría ser considerado si logra avanzar significativamente en el diálogo de paz, concluyendo que incluso los pequeños pasos hacia la paz son significativos en el contexto de un conflicto tan arraigado.