La Agencia Catalana de Consum de la Conselleria de Empresa y Trabajo ha abierto un expediente sancionador a Renfe por supuestas infracciones en la gestión de la avería que ha afectado a la circulación de los trenes de la R2 sur entre Barcelona y Sant Vicenç de Calders desde el 1 de mayo. Según el comunicado, las infracciones pueden ser "muy graves" y la sanción podría comportar multas de entre 100.001 y un millón de euros, de acuerdo con el régimen sancionador del Código de Consumo.
Consum ha atribuido a la empresa "prácticas comerciales desleales y falta de atención a las personas usuarias" después de las inspecciones del 3 de mayo. También ha señalado la "desconfianza" que han provocado los hechos en los consumidores y la posición prevalente de Renfe como operadora dominante en el sector. Según el comunicado emitido por el Govern, se han detectado "deficiencias" en la información a los usuarios sobre las alteraciones del servicio, horarios y transportes alternativos, como puntos de atención al cliente cerrados y trenes anunciados como directos o con paradas en algunas estaciones que a la práctica paraban en todas.
Renfe, por su parte, ha asegurado que se explicaron las incidencias detectadas por Consum y ha solicitado las actas de inspección del ámbito de Barcelona, aunque no las han querido hacer llegar. En cambio, sí se han facilitado las actas de Tarragona. La compañía ha alegado que era público y notorio que los horarios no eran reales y que por eso era necesario cambiarlos para adaptarlos a la realidad. Estos cambios se hicieron en la R2 sur el pasado sábado. Renfe también ha afeado a la Generalitat haberse enterado del expediente mediante la prensa.
Una vez notificado el acuerdo de inicio del procedimiento sancionador a Renfe, la compañía tiene un plazo para hacer alegaciones.