En una reciente entrevista publicada en el 'Diari de Barcelona', el exmandatario de la Generalitat, Artur Mas, ha compartido sus reflexiones sobre la necesidad de que Junts establezca un diálogo con Aliança Catalana. Sin embargo, el político también ha querido enfatizar la importancia de no cruzar la línea hacia la formación de estrategias colaborativas entre ambos partidos.
Mas argumenta que es fundamental evitar la categorización de los votos como "buenos" o "malos", sugiriendo que la diferencia radica entre mantener un canal de comunicación con Aliança Catalana y el riesgo de entablar alianzas que podrían comprometer la integridad política de Junts. Esta afirmación fue recogida por Europa Press y evidencia la postura cautelosa del exlíder sobre las interacciones políticas actuales.
El expresidente ha establecido una analogía entre un potencial diálogo con Aliança Catalana y las alianzas que formó con la CUP durante su mandato, donde existió un espacio para la conversación. Al abordar el tema de los extremos políticos, Mas no ha dudado en calificar a Aliança Catalana como una formación de ultraderecha, aunque también ha reconocido que la CUP representa un enfoque radical de izquierda. La comparación, aunque válida, señala la complejidad del panorama político en Catalunya, marcado por la polarización.
En relación a la permanencia de figuras independentistas que han estado presentes desde 2017, Mas ha manifestado que su continuidad no puede ser calificada de manera absoluta como un error o un acierto, sugiriendo que los resultados futuros serán los que determinen su legado. Esta postura refleja una perspectiva pragmática sobre la política, donde los actos deben ser evaluados en función de sus consecuencias.
Sobre su posible afiliación a Junts, Mas ha indicado que, aunque está en una fase de reflexión, se siente respaldado por muchos de quienes han estado a su lado a lo largo de su carrera. Se ha mostrado dispuesto a ofrecer su apoyo siempre que sea solicitado, pero ha dejado claro que necesita un tiempo para meditar su decisión antes de dar un paso definitivo.
Finalmente, el ex presidente ha pronosticado que la actual legislatura catalana concluirá en su totalidad, es decir, que durará los cuatro años previstos. No obstante, ha expresado preocupaciones sobre la eficacia del Govern del PSC, a quien califica de "cojo" debido a la dificultad para aprobar los presupuestos de 2025, lo que podría obstaculizar la implementación de políticas necesarias.
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