La Generalitat de Catalunya ha decidido vender su participación del 5,06% en la Societat Catalana de Petrolis (Petrocat) a Repsol, lo que resulta en la adquisición total de la empresa por parte de la petrolera. Petrocat posee una treintena de gasolineras y 20 centros de distribución.

La decisión de la Generalitat significa su salida del negocio de los carburantes, en el que ingresó en 1987 cuando el Gobierno inició la creación de un operador catalán de combustibles.

Desde 1993, la participación del Govern se llevó a cabo a través del Centre d'Informació i Desenvolupament Empresarial (Cidem) y en 1995 a través del Institut Català de l'Energia (Icaen), que gestionó la presencia de la Generalitat hasta 2014, cuando la cedió a Avançsa.

En 1995, la Generalitat vendió el 90% de la empresa a partes iguales a Cepsa y Repsol, hasta que en 2014 Repsol compró la participación de Cepsa.