El portavoz de Podemos, Pablo Fernández, ha manifestado hoy su firme desacuerdo con la proposición de ley impulsada por el PSOE y Junts, que busca delegar competencias en materia de inmigración. Fernández ha señalado que este acuerdo no pretende fomentar la descentralización de competencias, sino que, en realidad, se basa en una agenda que promueve el racismo.

Durante entrevistas en varios medios, incluyendo 'La 2', 'Ràdio 4' y 'Ser Catalunya', el representante de Podemos ha calificado la exposición de motivos de la legislación como "absolutamente infame", subrayando que incluye propuestas que no solo son de derechas, sino de extrema derecha.

Fernández ha criticado duramente la retórica utilizada en el documento, que presenta la inmigración como un factor que pone en peligro la sostenibilidad de Catalunya, a su identidad cultural y al sector de servicios públicos. "Se está culpando a la inmigración de problemas que son ajenos a su realidad", ha argumentado.

El portavoz ha afirmado que el debate actual va más allá del autogobierno, al categorizarlo como un ataque frontal a las políticas inclusivas y una manifestación de racismo institucional. Ha recordado que el PSOE no solo se opone a la prohibición de las devoluciones en caliente y a la clausura de los Centros de Internamiento de Extranjeros, sino que también ha dejado de lado la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) destinada a regularizar a cientos de miles de migrantes en situación irregular.

Cuando se le preguntó si había habido intentos de persuasión por parte de otros partidos, Fernández mencionó que sí han recibido algunos mensajes, pero reiteró que su postura es inamovible. "No se negocia con los derechos humanos. Lo que exigimos es la regularización inmediata de más de medio millón de personas migrantes", aseveró.

Sobre un posible cambio de opinión si Junts apoyara la ILP, Fernández expresó sus reservas. "Estamos bastante convencidos de que Junts no respaldará la regularización extraordinaria, ya que su agenda refleja una clara oposición a la inmigración", argumentó, caracterizando a Junts como un partido que defiende políticas antiinmigración y racistas.

El portavoz de Podemos concluyó remarcando que cualquier avance en la negociación sobre políticas migratorias debe comenzar con la aceptación de esta regularización, aunque mantiene serias dudas sobre la voluntad de Junts de apoyar esta causa.