En un emocionante paso hacia la sostenibilidad, el Port de Tarragona ha dado inicio a la licitación para mejorar las cubiertas de las instalaciones que albergarán una ambiciosa planta fotovoltaica en el Moll de Castella. Esta iniciativa marca un hito en la estrategia de energía renovable de la Autoritat Portuària, según un comunicado emitido el pasado martes.

Los trabajos de mejora, que tienen un presupuesto cercano a los 280.000 euros, concentrarán esfuerzos en preparar tres edificaciones para la instalación de paneles solares. La previsión es que esta fase de la obra dure aproximadamente dos meses, un tiempo que promete ser clave para el desarrollo de la infraestructura energética.

Este proyecto se encuentra respaldado por el Programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), lo que resalta la importancia de la colaboración pública y europea en la lucha por un futuro más limpio y sostenible.

La planta fotovoltaica, que se estima requerirá alrededor de un millón de euros de inversión y abarcará 4.500 m², generará una impresionante potencia de 600 kW, distribuidos en 200 kW por cada una de las naves implicadas. Esto no solo representa un avance tecnológico, sino una significativa aportación al suministro energético de la zona.

Funcionando bajo un modelo de autoconsumo, la nueva instalación producirá energía que será utilizada para satisfacer parte de las necesidades eléctricas del puerto. Esta medida va en línea con los esfuerzos por disminuir la dependencia de fuentes energéticas tradicionales, marcando así un compromiso claro hacia la transición energética y una economía más verde.