Comín confía en su estrategia alternativa tras la decisión final del TJUE y critica la falta de coherencia en la sentencia.
Una vez más, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha sentenciado en contra de los líderes independentistas catalanes Carles Puigdemont y Toni Comín, impidiéndoles ocupar sus escaños en el Parlamento Europeo. Esta decisión ha generado incertidumbre en torno a la situación política de ambos, quienes han expresado su confianza en un plan alternativo para buscar medidas cautelares que les permitan ejercer sus funciones como eurodiputados.
Esta nueva fase del proceso se desencadenó tras la sentencia del TJUE en la que se rechazó la demanda presentada por Puigdemont y Comín contra la Eurocámara por no reconocer sus escaños después de las elecciones de 2019. Ante esta situación, Comín planea solicitar medidas cautelares tras presentar una cuestión prejudicial al Tribunal Supremo, confiando en que este camino legal pueda favorecer su posición.
A pesar de reconocer las complicaciones y demoras que implica este proceso, Comín ha manifestado su decisión de continuar luchando por su derecho a ocupar su escaño en el Parlamento Europeo. Junto a Puigdemont, han explorado dos posibles vías legales: la solicitud de medidas cautelares como parte de un plan B y la posibilidad de presentar un recurso de incumplimiento contra el Estado español.
En relación con la controvertida sentencia del TJUE, Comín ha destacado la contradicción que percibe entre este fallo y la sentencia anterior sobre Oriol Junqueras, que establecía la inmunidad del exmiembro de ERC. Esta aparente contradicción ha llevado a Comín a cuestionar la coherencia del tribunal y a reafirmar su convicción de que merece ser reconocido como eurodiputado pese a los obstáculos legales que enfrenta.
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