En una jornada marcada por la tensión política, la comisión de Presidencia, Seguridad y Régimen Interior del Ayuntamiento de Barcelona ha dado luz verde a una proposición respaldada por PSC, BComú y ERC, que exige al Gobierno de Pedro Sánchez y a las autoridades europeas la protección de la Global Sumud Flotilla. Este grupo, que incluye a la exalcaldesa Ada Colau y al concejal de ERC, Jordi Coronas, busca abrir un corredor humanitario hacia Gaza.
Con la votación afirmativa de los partidos impulsores, junto al PSC, la iniciativa ha avanzado pese a la abstención de Junts y el rechazo frontal de PP y Vox. La propuesta no solo reclama garantías de seguridad para la Flotilla, sino que también aboga por medidas de presión inmediata contra Israel y la apertura de una investigación sobre los ataques previos que ha sufrido la misión.
El concejal de BComú, Marc Serra, destacó la importancia de la Flotilla en la lucha por el acceso a suministros básicos en Gaza, advirtiendo que cualquier falta de acción efectiva por parte de Europa sería vista como pura hipocresía. Serra enfatizó que es crucial que los países europeos actúen con firmeza para que la misión alcance su propósito humanitario.
Rosa Suriñach, concejala de ERC, expresó la sensación de abandono que sienten quienes participan en la Flotilla, subrayando la falta de apoyo directo tanto del Ministerio como de otros gobiernos. A pesar de que se están viendo algunos avances, Suriñach pidió un compromiso más fuerte por parte de las autoridades.
Laia Bonet, primera teniente de alcalde de Barcelona, reiteró que ninguna acción humanitaria debe ser blanco de ataques sin consecuencias, instando a mantener la presión política y social para detener lo que calificó como genocidio en Gaza. Refirió las recientes declaraciones del Gobierno como un paso en la dirección correcta, pero apeló a una colaboración más robusta para lograr cambios tangibles.
La oposición también tuvo su voz en el debate. Desde Junts, Jordi Martí cuestionó la preparación y seguridad real de la Flotilla en su travesía hacia Gaza, sugiriendo que se requieren acciones diplomáticas más coordinadas y efectivas, así como la suspensión parcial de los acuerdos comerciales con Israel.
El líder del PP en el Ayuntamiento, Daniel Sirera, descalificó la propuesta, calificándola como un acto de precampaña más que un verdadero intento de ayudar a Palestina. Sirera afirmó que se trataba de una maniobra política sin sustancia que no abordaría las raíces del conflicto.
La crítica se intensificó con el concejal de Vox, Gonzalo de Oro, quien disparó sus dardos hacia la Flotilla, considerándola un simple espectáculo mediático que no aportaría ninguna solución real para los palestinos, acusando a algunos de eludir sus responsabilidades hacia los ciudadanos de Barcelona en medio de esta crisis humanitaria.
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