El Lehendakari, Iñigo Pradales, ha expresado su preocupación por la dirección que está tomando el Partido Popular (PP), acusándolo de estar cada vez más influenciado por un enfoque extremista que, según él, obstaculiza la posibilidad de alcanzar acuerdos y consensos necesarios en la política española.

Durante una rueda de prensa tras su visita al Parlament y su encuentro con el presidente de esta institución, Josep Rull, Pradales ha subrayado la importancia de que el PP retome su papel como un partido de centro derecha que busque generar alianzas y pactos. Sin embargo, ha señalado que actualmente parece haber abandonado esa misión, optando por una postura más radicalizada que resuena con un populismo que no comparte.

El Lehendakari ha hecho hincapié en que “es fundamental trabajar la cultura del diálogo y del pacto”, argumentando que las actuales tendencias del PP solo conducen a una mayor polarización y a la incertidumbre en la toma de decisiones conjuntas. A pesar de su deseo de un clima político más constructivo, Pradales ha reiterado su disposición a colaborar con todos los partidos representados en el Parlamento vasco, aunque deja en claro que su línea roja es Vox.

“El PP debería dejar de enfocar su mirada en Vox y empezar a mirar más allá de ese espejo”, ha declarado Pradales, lamentando la postura del partido liderado por Alberto Núñez Feijóo sobre la reciente controversia relacionada con la cesión del Palacete de París, un edificio con un profundo simbolismo para la historia del Gobierno vasco en el exilio durante la Segunda Guerra Mundial y que fue tomado por la Gestapo nazi.

Ante el anuncio de los populares sobre la posibilidad de investigar jurídicamente la financiación irregular del Gobierno central al PNV en relación con dicha cesión, el Lehendakari ha calificado esta acción como un intento de menoscabar la dignidad institucional, reflejada en la figura de Aguirre y la representación histórica del Gobierno vasco en el exilio.

“Es extremadamente peligroso jugar con estos temas; no voy a responder a las consideraciones políticas del PP, las cuales considero completamente infundadas”, ha añadido Pradales, instando a situar la entrega del palacete en su correcto contexto histórico. El lehendakari ha defendido la cesión como un acto de restitución a un ente político que legítimamente le corresponde al PNV, además de simbolizar la memoria de aquellos que defendieron la democracia en tiempos de represión.