El conseller de Investigación y Universidades de la Generalitat, Joaquim Nadal, ha abogado por retrasar la implementación de las nuevas pruebas de acceso a la universidad (PAU) durante dos años, una vez se conozcan los contenidos y el tipo de preguntas. Esta petición surge después de que el Gobierno central haya paralizado el real decreto para su aplicación debido a las elecciones generales. Nadal considera que de esta manera se podrá formar adecuadamente a los estudiantes que comienzan primero de Bachillerato bajo las nuevas PAU. Además, ha destacado que aquellos estudiantes que se encuentren en segundo de Bachillerato seguirán realizando las pruebas antiguas, mientras que los de primer año podrán hacer las nuevas si finalmente se aprueba el decreto.
Asimismo, Nadal ha afirmado que la implementación de las nuevas PAU debería posponerse hasta el año 2025, ya que considera que cualquier otra fecha sería engañosa para las escuelas y los alumnos. En cuanto a las pruebas de aptitud personal (PAP) para acceder a los grados de Educación, el conseller ha expresado su deseo de reconstruir un acuerdo para que todas las universidades catalanas las requieran. Actualmente, solo las universidades públicas y dos privadas piden estas pruebas, mientras que otras privadas no las exigen para el acceso a los estudios. Nadal ha manifestado su voluntad de encontrar una solución que abarque a todo el sistema universitario.
Por otro lado, en relación al proyecto de implementar una PAP para los estudiantes de Medicina, el cual tiene el objetivo de asegurar el componente humanístico en el perfil de los alumnos, el conseller ha señalado que, por ahora, dicho proyecto se encuentra paralizado. En cuanto al plan de choque para reducir la precariedad laboral del profesorado asociado, se espera que el próximo curso comience con la contratación de 200 profesores como parte de este plan anunciado por el Govern. El objetivo final es crear 820 plazas de profesor a tiempo completo en tres años, con un presupuesto de 65 millones de euros. Nadal ha dejado abierta la posibilidad de que se repita el programa una vez finalizado este trienio, con el fin de minimizar el problema en una proporción razonable.
En cuanto a la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), el conseller ha manifestado que se aprovecharán las ventajas que ofrece, como la no necesidad de acreditación de lectores. Además, ha afirmado que esta ley puede resultar favorable si se aprovechan las oportunidades que brinda, pero desfavorable si se despliega en contra de su espíritu. Ha reconocido que algunos decretos aprobados por el ministro Joan Subirats han seguido una línea de desarrollo favorable, aunque todavía queda por ver qué sucederá una vez termine el periodo postelectoral y preinvestidura. Nadal se niega a contemplar la posibilidad de que no haya investidura y afirma que es necesario mantener, implementar y desplegar la LOSU en función de su vigencia.
Por último, el conseller ha recordado que existía un compromiso por parte del Ministerio de Universidades de hacerse cargo del mayor coste de implementar la LOSU en las universidades, y espera que esto se cumpla para que el responsable de desplegar la ley asuma el costo de manera razonable.
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