La portavoz de ERC en el Parlament, Ester Capella, ha respondido a la reciente propuesta del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que busca establecer un acuerdo para la construcción de alrededor de 210.000 viviendas en Catalunya. Capella ha indicado que su partido analizará la iniciativa, pero también ha enfatizado la importancia de incluir la rehabilitación de viviendas en cualquier plan. Además, ha solicitado al gobierno catalán que presione al Gobierno central para transferir a Catalunya las propiedades gestionadas por la Sareb.

En una rueda de prensa celebrada tras la intervención de Illa en el Debate de Política General, Capella expresó que la propuesta merece un examen minucioso. No obstante, subrayó que la estrategia de vivienda debe contemplar tanto la nueva construcción como la rehabilitación de inmuebles existentes. Asimismo, instó al Ejecutivo a que aumente sus exigencias al Gobierno español en relación con la cesión de viviendas vacías en manos de la Sareb.

Capella también ha destacado un cambio en la posición del PSC hacia la izquierda en cuestiones de vivienda, aludiendo a la voluntad de Illa de intervenir en el mercado. Aun así, ha advertido que el partido republicano no cesará en su exigencia de que se excluya la vivienda de la lógica de mercado especulativo.

En lo que respecta a los temas de financiación, la portavoz republicana hizo hincapié en la urgencia de una solución justa para Catalunya, indicando que la espera solo genera desesperación en la ciudadanía. Capella insistió en que no se negociarán presupuestos hasta que se produzcan avances claros en este ámbito.

Además, criticó a Illa por la falta de ambición en su discurso, señalando que mostró una desconexión con las preocupaciones de la clase trabajadora y de las mujeres. Capella defendió que el actual Govern está cosechando logros significativos que son herencia de administraciones pasadas.

Por último, la portavoz de ERC también criticó la manera en que Illa se refirió a Catalunya, sugiriendo que minimiza la historia y los esfuerzos realizados antes de su mandato. Esta percepción, según Capella, es un desdén hacia el trabajo realizado por los gobiernos anteriores, lo que resulta en una falta de respeto hacia su legado.