En una sesión del Congreso de los Diputados marcada por la tensión política y las fuertes divisiones ideológicas, se aprobó por mayoría absoluta la proposición de Ley de Amnistía que el PSOE había pactado con los independentistas catalanes. Esta polémica ley fue remitida al Senado para su posterior tramitación.
Las votaciones se llevaron a cabo de forma electrónica para aprobar el dictamen y posteriormente, de manera pública y por llamamiento, para garantizar un mínimo de 176 votos requeridos al ser una ley de rango orgánico. Los resultados fueron claros y sin sorpresas, con 178 votos a favor y 172 en contra.
Esta Ley de Amnistía había tenido que regresar a comisión el mes anterior, luego de que Junts votara en contra en una votación conjunta en el Pleno. Sin embargo, tras negociaciones y acuerdos entre el PSOE y los independentistas, el proyecto fue finalmente aprobado la semana anterior en la Comisión de Justicia.
Una vez aprobada en el Pleno, la ley se dirigirá al Senado para su continuación en el proceso legislativo. El PP, con mayoría en la Cámara Alta, tiene la intención de retrasar al máximo los trámites, aunque la Constitución establece un límite de dos meses, lo que podría llevar a la entrada en vigor de la ley para finales de mayo.
La aprobación de esta Ley de Amnistía ha generado fuertes críticas por parte de la oposición, especialmente de PP y Vox, quienes consideran que se trata de un perdón injustificado para delitos graves. Por otro lado, los partidos que respaldan la ley argumentan que se trata de una medida necesaria para la reconciliación y la distensión en el conflicto político catalán.
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