El expresidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha hecho hincapié este lunes en la necesidad de ofrecer explicaciones claras y asumir las responsabilidades políticas pertinentes en relación con la gestión de la DANA en Valencia. A través de una entrevista transmitida por La 2 y Ràdio 4, recogida por Europa Press, Puig ha enfatizado la urgencia de un "nuevo impulso" en la respuesta a la situación actual, destacando que las condiciones reinantes no permiten abordar de manera adecuada la recuperación necesaria.

Cuando se le preguntó si este "nuevo impulso" implicaría la dimisión del actual presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, Puig, quien actualmente ejerce como embajador de España ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), evitó comentar directamente sobre esa posibilidad. Sin embargo, subrayó que no se puede actuar como si nada hubiera sucedido y que es esencial tomar medidas proactivas.

Puig explicó que, desde el primer momento de la crisis, envió un mensaje de solidaridad a Mazón, aunque optó por no juzgar la actuación del gobierno en las primeras horas tras la emergencia. "No me corresponde juzgar lo que ha hecho el actual gobierno, ni por mi posición ni por mi estado de ánimo", añadió, dejando claro que su enfoque está en la política más que en lo personal.

El expresidente defendió la gestión de su propio ejecutivo, haciendo hincapié en lo que él califica como una "modernización de la respuesta a la emergencia". Recordó la implementación del sistema de alarmas ES-Alert, que se introdujo tras el temporal que azotó la comunidad en 2019, resaltando que para él fue una "gran prioridad". "Desde el primer momento, dimos una gran importancia a la lucha contra las emergencias ya que la crisis climática es una realidad innegable", destacó.

Puig también declaró que le resulta "imposible" creer que la consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, no estuviera al tanto del sistema de alertas. Esta afirmación resalta una de las críticas que han surgido en medio de la crisis, planteando dudas sobre la preparación de las autoridades.

En relación con las recientes protestas contra la llegada del Rey Felipe VI y los incidentes vividos con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Paiporta, Puig manifestó que comprende la indignación de los ciudadanos valencianos, considerándola "lógica". Sin embargo, también expresó su pesar por los disturbios, cuestionando a quienes buscan aprovecharse de la situación: "Por mucha razón que tengas, generar violencia no es la respuesta", argumentó con firmeza.

Asimismo, Puig mostró su tristeza al ver el Palau de la Generalitat vandalizado, recordando que las instituciones deben estar por encima de los líderes en cualquier momento. "Me dolió mucho ver eso, porque las instituciones representan a todos, no solamente a los actuales dirigentes", concluyó.