BARCELONA, 17 Oct. - Los embalses de las cuencas internas catalanas han vuelto a reducir su capacidad y se sitúan en el 20,32%, lo que supone 0,61 puntos menos que la semana pasada, cuando estaban al 20,93%.

Según el informe del estado de los embalses de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), consultado por Europa Press, esta última actualización refleja una disminución preocupante en el volumen de agua disponible.

Además, los datos muestran que el nivel actual está por debajo del registrado en el mismo periodo del año pasado, concretamente en 2022, cuando alcanzaba el 36,56%. Esta situación evidencia un agravamiento de la escasez de agua en la región.

En cuanto a los embalses individuales, los números son igualmente desalentadores. El embalse de Darnius Boadella se encuentra al 15,52% de su capacidad; el de Sau, al 16,77%; Susqueda, al 21,57%; La Baells, al 25,68%; La Llosa del Cavall, al 20,64%; Sant Ponç, al 25,81%; Foix, al 52,74%; Siurana, al 4,35%, y Riudecanyes, al 4,41%. Estas cifras indican una preocupante falta de agua en múltiples puntos de la geografía catalana.

La situación en otras áreas no es mucho mejor. Los embalses de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que cuentan con una capacidad superior a los cinco hectómetros cúbicos, se sitúan en un 30% de su capacidad. Hace un año, en cambio, se encontraban en un 36,26%. Esto evidencia un patrón preocupante de disminución constante en los niveles de agua en la región.