Un nuevo informe de la Conselleria de Economía de la Generalitat de Catalunya ha actualizado sus proyecciones para la economía regional, anunciando que el PIB de Cataluña podría experimentar un crecimiento del 2,5% en 2025. Sin embargo, esta cifra representa una ligera corrección a la baja respecto a la previsión anterior de 2,6% publicada en primavera.

Las autoridades catalanas señalan que el año 2025 podría enfrentar desafíos notables, incluidos un entorno global complicado, el enfriamiento de la economía en la zona euro y un aumento en las importaciones, factores que afectarán negativamente el crecimiento. Sin embargo, se observa una leve mejoría para 2026, donde se espera que el crecimiento económico se eleve a un 2,1%, revisado al alza desde el 2% estimado anteriormente.

La Generalitat considera que este panorama revela una tendencia hacia la estabilización de la economía catalana, con expectativas de retornar a tasas de crecimiento en torno al 2% después de varios años de expansiones extraordinarias. Esta fase de normalización es vista de manera optimista por los economistas del gobierno.

Los motores del crecimiento en los próximos años incluyen un consumo privado robusto, alimentado por un mercado laboral en recuperación, así como una inversión que se prevé como el elemento más dinámico de la demanda interna, desempeñando un papel crucial en el impulso económico.

A pesar de este optimismo, el Govern ha subrayado que existen diversos riesgos que podrían obstaculizar el ritmo de crecimiento esperado. Factores como las tensiones comerciales internacionales, la fragilidad económica de la zona euro, los conflictos geopolíticos en regiones como Ucrania y Oriente Medio, el endurecimiento de las condiciones financieras, y la clima político y presupuestario incierto podrían interferir en las proyecciones económicas para los próximos años.