El juez instructor del 'procés', Pablo Llarena, ha decidido no pronunciarse sobre las euroórdenes contra Carles Puigdemont y Toni Comín hasta que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se pronuncie sobre las medidas cautelares que pueden presentar para recuperar su inmunidad parlamentaria provisionalmente. La Fiscalía había solicitado al juez que reactivase las euroórdenes después de que el Tribunal General de la UE levantara la inmunidad de ambos eurodiputados el 5 de julio.

El juez explica que la decisión sobre las euroórdenes puede quedar paralizada si el TJUE admite las medidas cautelares que se presenten en relación con el recurso. Esto obligaría a interrumpir el proceso de extradición y haría innecesario adelantar la orden de detención en este momento.

Si no se recurriera la decisión del Tribunal General o si el TJUE rechaza las medidas cautelares, se podría tomar una decisión sobre las euroórdenes antes de que termine el plazo de tres meses establecido para la entrega de los reclamados.

El juez destaca que, si la suspensión de la inmunidad es concedida y es jurídicamente válida, no habría ningún obstáculo para que los procesados sean puestos a disposición de la justicia española antes de disolverse el Parlamento. Considera una anomalía que la constitución de un nuevo Parlamento en 2024 obligue a reiniciar el proceso.

En resumen, el juez Llarena ha decidido posponer la resolución sobre las euroórdenes a la espera de que el TJUE se pronuncie sobre las medidas cautelares solicitadas por Puigdemont y Comín. Esto permitirá determinar si se restablece temporalmente su inmunidad parlamentaria y, en consecuencia, si se puede proceder a su entrega a España.