El Congreso de los Diputados ha rechazado la solicitud del Senado para retirar la Ley de Amnistía, argumentando que no existe un camino legal para hacerlo y que plantear un conflicto de atribuciones sería "inapropiado", al mismo tiempo que ha instado a la Cámara Alta a actuar con "lealtad constitucional" y a respetar las funciones del Tribunal Constitucional.
Con la mayoría absoluta del Partido Popular, el Senado envió la solicitud al Congreso para la retirada de la Ley de Amnistía, y aunque la Cámara baja contaba con hasta mayo para responder, la Mesa decidió aprobar su respuesta este mismo martes basándose en las opiniones de los servicios jurídicos.
En su informe, los letrados del Congreso destacaron que la Cámara Baja ha cumplido con sus atribuciones "de acuerdo a lo establecido constitucional y reglamentariamente", y que ahora es responsabilidad del Senado actuar de acuerdo a las competencias que le otorga la Constitución.
Según los letrados, "bajo la apariencia de la defensa de sus atribuciones, el Senado no puede intentar socavar las legítimas funciones ejercidas por el Congreso en el marco del proceso legislativo", y advierten que plantear un conflicto por parte de la Cámara Alta "sería un artilugio para eludir sus obligaciones constitucionales y suplantar al Congreso".
Basándose en decisiones del Tribunal Constitucional, los servicios jurídicos subrayaron que las votaciones que tienen lugar en la Cámara durante el proceso legislativo "no son el objeto apropiado" de un conflicto de atribuciones, y que si el Senado consideraba que sus competencias fueron usurpadas cuando la Mesa del Congreso admitió a trámite la polémica proposición de ley del Partido Socialista en noviembre, debería haber planteado el conflicto en ese momento, ya que ahora está "fuera de plazo" al haber superado los 30 días establecidos por la Constitución para presentar un recurso.
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