La candidata a la alcaldía por la CUP en Barcelona, Basha Changue, ha manifestado su desconfianza hacia la Guardia Urbana debido a su condición de persona no blanca. Según la entrevista publicada en El Nacional.cat, Changue asegura que "las personas que no somos blancas no confiamos en la policía, porque son el brazo ejecutor del racismo institucional".
La alcaldable de la CUP se basa en datos ofrecidos por SOS Racismo, un informe donde se menciona que un 70% de las denuncias que contienen acusaciones por agresión o violencia policial son por hechos cometidos por la Guardia Urbana.
En este sentido, Changue comparte el deseo de la formación política de disolver la Brimo de la Guardia Urbana. Además, aplaude los cursos de formación anti-racista pero considera que desde el año 2017 los informes de SOS Racismo no han registrado ninguna mejora en cuanto a dicha violencia.
La alcaldable sostiene que aumentar la presencia policial en la ciudad podría generar inseguridad en ciertos barrios, colocando a ciertos ciudadanos en el ojo del huracán y "exponiéndolos a la criminalización o la persecución".
Changue critica también la política de seguridad del Ayuntamiento y la imagen mostrada de "Barcelona Antirracista". Según la candidata "no sirve de nada que la ciudad esté llena de carteles de Barcelona Antirracista si la Guardia Urbana sigue persiguiendo a manteros o la alcaldesa sigue avalando al señor Batlle cuando habla de la cultura de la navaja importada. Deja claro cuál es la perspectiva del Ayuntamiento, su credibilidad cae por su propio peso".
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