Los comerciantes de Barcelona han pedido al próximo gobierno municipal que surja después de las elecciones municipales de mayo una planificación de la movilidad ordenada y un diálogo efectivo y real para no afectar a la actividad económica de la ciudad. Las asociaciones Barcelona Comerç y Barcelona Oberta, consultadas por Europa Press, han coincidido en apostar por la colaboración público-privada y mantener una relación constante con la administración para preservar el comercio, además de una promoción continuada.
Según Pròsper Puig, presidente de Barcelona Comerç, la actuación en este mandato municipal ha sido desigual por lo que ha apostado por aplicar cirugía fina. Ha defendido una movilidad más sostenible, pero también considera que no se puede echar al vehículo privado sin antes crear los recursos que aseguren que se podrá continuar llegando a la ciudad o moverse por ella y que no se afecta la actividad económica.
Barcelona Oberta ha afirmado que ha echado de menos apoyo y diálogo en otras áreas clave para el comercio, como puede ser el urbanismo. Por otro lado, la asociación considera que el comercio se está recuperando bastante bien de la pandemia. Sin embargo, han destacado que hay distritos como Ciutat Vella, donde se han instalado comercios con poco valor añadido que restan atractivo en la zona, por lo que piden un plan estratégico integral que revierta la situación.
Respecto a la ampliación de los horarios para que los comercios puedan abrir domingos y festivos en zonas turísticas de la ciudad, el presidente de Barcelona Comerç ha pedido al Ayuntamiento más indicadores para poder valorar realmente los resultados y conocer a quién beneficia esta medida. Por su parte, Barcelona Oberta ha apostado por mantener el acuerdo este año ya que consideran que la ciudad requiere unos horarios a la altura y no tiene ningún sentido que las tiendas estén cerradas por Semana Santa.
Finalmente, sobre el plan de usos del Eixample, Barcelona Comerç ha destacado que el plan permite combinar tiendas y ocio y lo considera una buena herramienta para acabar con el monocultivo, mientras que Barcelona Oberta no está de acuerdo con la propuesta final y espera que se revise dentro de un año. En general, ambas asociaciones ven la colaboración público-privada como una herramienta útil para el desarrollo económico y comercial de la ciudad y piden un diálogo constante con la administración para lograr que las políticas sean efectivas y no perjudiquen al comercio local.