En un importante desarrollo en la lucha contra el narcotráfico, la policía catalana, conocida como los Mossos d'Esquadra, arrestó el 15 de abril a un padre y su hijo en el vibrante barrio del Eixample de Barcelona. La detención se produjo en el marco de una Orden Europea de Detención emitida por las autoridades de Países Bajos, que buscan a los detenidos por su sospecha de pertenencia a una red criminal dedicada al tráfico de drogas y al blanqueo de capitales.

Según fuentes cercanas a la investigación, los detenidos están relacionados con actividades ilícitas que incluyen la venta de más de 570 kilos de cocaína y la blanqueo de más de 5,5 millones de euros. Además, su presunta participación en la importación de más de 2.300 kilos de ketamina ha llamado la atención de las autoridades, quienes consideran estas acciones como parte de un esquema más amplio de crimen organizado.

El padre, señalado como el posible cabecilla de esta red delictiva, junto a su hijo, fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional al día siguiente de su captura, el 16 de abril. Este caso pone de manifiesto la continua lucha de las autoridades para desmantelar organizaciones criminales y subraya la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen transnacional.