 
                                        Santa María de Poblet es una impresionante abadía cisterciense ubicada en la provincia de Tarragona, en Cataluña. Esta joya arquitectónica ha sido nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y por una buena razón. No solo es un magnífico ejemplo de arquitectura gótica, sino que también tiene una rica historia detrás de sus muros.
Historia
La historia de Santa María de Poblet se remonta al siglo XII, cuando un grupo de monjes cistercienses se estableció en el área. Construyeron una iglesia y comenzaron a cultivar la tierra de los alrededores. Con el tiempo, la abadía se convirtió en una importante fuente de poder y riqueza, y se expandió con múltiples edificios y estructuras. Además, los monjes de Poblet también fundaron varias otras abadías en toda España.
La abadía también tuvo un papel significativo en la historia de Cataluña. Fue el lugar donde los reyes catalanes, incluido Jaime I, fueron enterrados. En el siglo XV, se construyó un ala residencial para los reyes que visitaban la abadía, y se dice que Cristóbal Colón visitó Poblet para orar antes de partir en su viaje al Nuevo Mundo.
Arquitectura
La arquitectura de Santa María de Poblet es impresionante, con un impresionante conjunto de estructuras góticas. La iglesia principal tiene una nave principal y dos laterales, y cuenta con magníficos detalles en piedra tallada. El claustro también es un punto destacado, con sus hermosas columnas de piedra y arcos góticos. Los monjes residían en el edificio situado al otro lado del claustro, que se abría a un jardín interior.
Además, la abadía también cuenta con una serie de capillas, adicionales, salones y dependencias varias. La mayoría de estos edificios data de los siglos XIII y XIV, pero algunos de los miradores fueron construidos más tarde, en el siglo XV. Todos ellos se caracterizan por su estructura magnífica y su atención al detalle.
Turismo
Hoy en día, Santa María de Poblet es un importante destino turístico en Cataluña. Los visitantes pueden disfrutar de una visita guiada a la abadía, explorar las hermosas jardines, y ver las tumbas de los reyes catalanes enterrados en el lugar. También hay un pequeño museo dentro de la abadía que muestra objetos de la vida monástica y la historia de la abadía.
Además de la belleza de la arquitectura y la rica historia, una visita a Poblet también puede incluir degustaciones de productos locales. La abadía es famosa por su vino elaborado con uvas de sus propias viñas, así como por el queso y la miel producidos por los monjes.
En definitiva, Santa María de Poblet es una visita esencial para quienes viajan a Cataluña. Además del reconocimiento que supone tener el título de Patrimonio de la Humanidad, la abadía es un ejemplo impresionante de la arquitectura gótica y tiene una rica historia detrás de ella. Como bonus para los amantes de la enología y la gastronomía, la posibilidad de degustar los productos de la abadía hacen que valga mucho la pena una visita.