Introducción

La Costa Brava es una franja costera que se extiende desde Blanes hasta la frontera francesa. Conocida por sus calas, acantilados y aguas cristalinas, la Costa Brava también alberga una gran cantidad de pueblos pesqueros que valen la pena ser descubiertos. En este artículo, te llevaremos a un viaje por algunos de los pueblos pesqueros más pintorescos de la Costa Brava.

Calella de Palafrugell

Calella de Palafrugell es un pueblo pesquero situado en el corazón de la Costa Brava. Conocido por su encanto Mediterráneo, este pueblo es perfecto para aquellos que buscan paz y tranquilidad en un entorno tranquilo y acogedor. El pueblo cuenta con una pequeña playa de arena, así como con una gran variedad de restaurantes y bares que ofrecen lo mejor de la gastronomía local. En el centro del pueblo, se encuentra la plaza del Port Bo, un lugar muy agradable para disfrutar de la brisa del mar y tomar algo mientras se admira las vistas al mar.

Port de la Selva

Port de la Selva es un pequeño pueblo pesquero situado en la parte norte de la Costa Brava. Con un paisaje montañoso a su alrededor, este pueblo cuenta con una gran cantidad de atractivos naturales. En el mismo puerto deportivo se encuentra la iglesia de Santa María del Mar, un elemento arquitectónico muy interesante de estilo gótico temprano. Además, es recomendable visitar el Parque Natural del Cap de Creus, donde se pueden encontrar diversas rutas de senderismo y descubrir algunos de los paisajes más espectaculares de la Costa Brava.

Palamós

Palamós es un pueblo pesquero situado en la parte sur de la Costa Brava. Conocido por su gran puerto deportivo, este pueblo cuenta con numerosos atractivos turísticos. El Museo de la Pesca, situado en el mismo puerto, es una visita obligada para aquellos interesados en la pesca y en la gastronomía local, ya que se puede descubrir la evolución de la pesca en Palamós y degustar algunos de los platos más típicos de la zona. Además, Palamós tiene una playa de arena muy recomendable para disfrutar del mar y del sol.

Tossa de Mar

Tossa de Mar es otro pueblo pesquero situado en la parte sur de la Costa Brava. Conocido por su castillo medieval, Tossa de Mar cuenta con un patrimonio histórico muy interesante. El castillo de Tossa de Mar es uno de los elementos arquitectónicos más destacados de la zona, y desde su mirador se pueden contemplar las vistas más espectaculares de la Costa Brava. Además, Tossa de Mar tiene varias playas y calas para relajarse y disfrutar del mar y del sol.

Conclusión

La Costa Brava esconde una gran cantidad de pueblos pesqueros que merecen ser descubiertos. Cada pueblo tiene su propio encanto y su propia historia, lo que los convierte en un destino turístico muy atractivo para aquellos que buscan conocer la zona desde una perspectiva diferente. Cada uno de estos pueblos ofrece una gran variedad de actividades turísticas, desde senderismo hasta degustaciones gastronómicas, lo que hace que la Costa Brava sea una de las regiones más completas de la costa mediterránea. ¡No dudes en visitarlos y disfrutar de todo lo que tienen que ofrecer!