 
                                        Santa María de Poblet, ubicada en la comarca de la Conca de Barberà en Cataluña, es una zona rica en historia y tradición. Uno de los aspectos más destacados de la región es su producción de vino. En este artículo, te llevaré a descubrir la tradición vinícola de Santa María de Poblet, desde sus tierras hasta sus bodegas y vinos.
Santa María de Poblet cuenta con una geografía diversa, con altitudes que van desde los 200 hasta los 1000 metros sobre el nivel del mar. La diversidad del terreno se refleja en los diferentes tipos de suelo, entre los que se encuentran arcilla, caliza, arena y pedregoso. Estas condiciones son ideales para el cultivo de las variedades de uvas autóctonas, como la Parellada, la Macabeo y la Trepat.
Además, la región cuenta con un clima mediterráneo de influencia continental, con inviernos fríos y veranos cálidos y secos. Estas condiciones climáticas favorecen el cultivo de uvas de alta calidad.
La tradición vitivinícola de Santa María de Poblet se remonta a la época romana, cuando la región era conocida por sus vinos. Durante la Edad Media, los monjes de Cister, que fundaron el Monasterio de Poblet en 1151, continuaron la producción de vino en la zona.
Hoy en día, la producción de vino sigue siendo una parte importante de la cultura y economía de la región. Existen numerosas bodegas y cooperativas vinícolas en la zona que siguen produciendo vinos de alta calidad utilizando técnicas tradicionales y modernas.
Hay varias bodegas en Santa María de Poblet que ofrecen visitas guiadas a sus instalaciones. Una de las más populares es la Bodega Abadal, que se encuentra en una antigua masía del siglo XII. En la bodega, los visitantes pueden aprender sobre el proceso de producción del vino y degustar sus diferentes variedades. Otra bodega popular es la Bodega Mas Sersal, que se encuentra en una hermosa casa de campo rodeada de viñedos. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de una cata de vinos mientras disfrutan de las impresionantes vistas de los alrededores.
Los vinos de Santa María de Poblet son conocidos por su alta calidad y sabor único. Algunas de las variedades más populares incluyen el vino blanco elaborado con la uva Macabeo, el vino rosado elaborado con la uva Trepat y el vino tinto elaborado con el Tempranillo. Un vino que destaca por su originalidad en la zona, es el D.O Conca de Barberà, elaborado con la uva autóctona, la Trepat. Este vino es fresco, afrutado y con una acidez agradable.
Además, muchos de los vinos de la región han sido reconocidos con premios y distinciones a nivel nacional e internacional. El Abadal Picapoll Blanco D.O. Pla de Bages obtuvo el galardón de mejor vino blanco en la XVII edición del Concurso de Vinos Garnacha-Mondalón.
La región de Santa María de Poblet también es conocida por su deliciosa gastronomía. Algunos platos típicos incluyen el trinxat, un plato de col y patatas trituradas; el cargol a la llauna, caracoles a la brasa con ajo y perejil; y el xató, una ensalada de escarola con bacalao y salsa romesco. Estos platos se acompañan perfectamente con los vinos de la región, y muchos restaurantes y bodegas ofrecen maridajes de vino y comida.
En resumen, Santa María de Poblet es una región rica en historia y tradición vinícola. Con su diversidad geográfica y climática, la región produce vinos de alta calidad que han sido reconocidos a nivel nacional e internacional. Las numerosas bodegas y cooperativas vinícolas ofrecen visitas guiadas y catas de vino, lo que permite a los visitantes sumergirse en la cultura y la producción del vino. Además, la deliciosa gastronomía de la región se complementa perfectamente con los vinos locales, lo que hace que la experiencia gastronómica sea aún más satisfactoria.