 
                                        Santa María de Poblet es uno de los monumentos más impresionantes y emblemáticos del gótico catalán. Situado en el municipio de Vimbodí i Poblet, este monasterio es uno de los más importantes de Europa, albergando una gran cantidad de joyas arquitectónicas y obras de arte. En este artículo, vamos a conocer de cerca la arquitectura gótica de Santa María de Poblet.
Historia de Santa María de Poblet
La historia de Santa María de Poblet se remonta al siglo XII, cuando fue fundado por los monjes cistercienses. Durante los siglos siguientes, el monasterio experimentó un gran desarrollo, convirtiéndose en una de las instituciones religiosas y culturales más importantes de la zona.
En los siglos XV y XVI, Santa María de Poblet se convirtió en un centro de producción literaria y artística de primer orden, y fue durante este período cuando se llevaron a cabo las principales obras de ampliación y reforma del edificio.
A lo largo de los siglos, Santa María de Poblet ha sido objeto de numerosas restauraciones y trabajos de conservación, lo que ha permitido mantener en perfecto estado el magnífico conjunto arquitectónico que podemos contemplar hoy en día.
Arquitectura de Santa María de Poblet
La arquitectura de Santa María de Poblet es un ejemplo excepcional del estilo gótico catalán. El monasterio está compuesto por un conjunto de edificios que se organizan en torno a un claustro central, que es uno de los espacios más espectaculares de todo el conjunto.
El claustro de Santa María de Poblet es una auténtica joya arquitectónica. Se trata de un espacio rectangular, de unos 50 metros de largo por 30 de ancho, que está rodeado por un pórtico con arcos apuntados que se apoyan sobre columnas delgadas y finas. Los arcos del pórtico se sostienen sobre unos pilares de sección cuadrada y claves en forma de cruz.
En el centro del claustro se encuentra una fuente de mármol, obra del escultor Jaume Cascalls, que data del siglo XIV. La fuente tiene forma octogonal y está decorada con motivos vegetales y animales, que la convierten en una auténtica obra de arte.
Otro de los elementos más destacados de Santa María de Poblet es la iglesia. Se trata de un edificio imponente, de planta basilical de tres naves y crucero, que destaca por la altura de sus bóvedas y por la luminosidad que proporcionan sus grandes ventanales. La iglesia es uno de los mejores exponentes del estilo gótico catalán, y presenta numerosas particularidades que la hacen única, como la presencia de capillas laterales con bóvedas de crucería y la utilización de arcos apuntados y nervios de piedra para la estructura de la bóveda.
El monasterio de Santa María de Poblet también cuenta con una serie de edificios anexos, como el palacio abacial, la sala capitular, el refectorio o la biblioteca. Todos ellos presentan características propias del estilo gótico catalán, como la utilización de arcos apuntados, bóvedas nervadas o la decoración con motivos vegetales y geométricos.
Conclusión
En definitiva, Santa María de Poblet es uno de los conjuntos arquitectónicos más representativos del gótico catalán, y uno de los monumentos más impresionantes y emblemáticos del patrimonio cultural y artístico de Cataluña. Su claustro, su iglesia, sus edificios anexos y su valiosa colección de obras de arte hacen que una visita a este monasterio sea una experiencia única e inolvidable.