El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha defendido en el Senado la amnistía como una vía para reparar el dolor causado por la represión, sin olvidar la violencia policial y los años de exilio y cárcel sufridos. En este sentido, ha expresado su convicción de que, al igual que sucedió con la amnistía, el referéndum dejará de ser considerado "inconstitucional" por el Gobierno de Pedro Sánchez.

Aragonès ha destacado que la amnistía pasó de ser vista como inconstitucional a ser aceptada, y confía en que lo mismo ocurrirá con el referéndum como una solución al conflicto de soberanía entre Cataluña y el Estado.

Estas declaraciones se dieron en la Comisión General de Comunidades Autónomas convocada por el PP, que cuenta con mayoría en el Senado, para analizar el impacto autonómico de la amnistía. En el informe presentado se alerta sobre el posible perjuicio que podría ocasionar a la estructura del Estado de las Autonomías.

En relación a la financiación, Aragonès ha insistido en la necesidad de un sistema propio para Cataluña, que les permita gestionar directamente los recursos y recaudar impuestos. Según él, el sistema actual es obsoleto, opaco e injusto, representando una carga insostenible para Cataluña.

El presidente de la Generalitat ha sido el primero en intervenir en la comisión, aprovechando la ausencia de representantes del Gobierno de Pedro Sánchez para "trolear al PP", como él mismo expresó. Tras su intervención, le seguirán otros representantes de distintas comunidades y regiones de España.