Condenan la "criminalización desmedida" hacia la ONG
BARCELONA, 23 de mayo.
El director de Open Arms, Òscar Camps, ha denunciado la falta de acción, en sus propias palabras, de la Unión Europea frente a la guerra en Gaza y ha insistido en la calificación de "genocidio" por parte de Israel contra el pueblo palestino, haciendo hincapié en la necesidad de proteger los derechos de estas personas.
Estas declaraciones fueron hechas el jueves durante un encuentro con estudiantes de periodismo de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), donde Camps hizo hincapié en que lo que está sucediendo en Gaza es, en sus palabras, "un verdadero genocidio", alertando sobre la posibilidad de que 2 millones de personas puedan morir si no se toman medidas inmediatas.
“Nuestra propia humanidad está en entredicho en este conflicto. Callar frente a la situación que sufren estas personas, donde individuos uniformados están asesinando a niños, carece de cualquier tipo de justificación”, agregó.
A pesar de señalar que “evidentemente no se puede justificar el ataque de Hamás”, Camps reiteró que la acción de Israel en Gaza es completamente indefendible, destacando el uso de drones pilotados por Inteligencia Artificial (IA) para atacar a la población de la Franja, así como la muerte de trabajadores humanitarios y periodistas.
Por otro lado, Camps recordó la cancelación de la misión conjunta con World Central Kitchen para establecer un corredor humanitario marítimo hacia Gaza desde Chipre tras un ataque aéreo israelí que acabó con la vida de siete cooperantes: “Esto viola absolutamente todos los convenios internacionales”.
Al ser cuestionado sobre la declaración del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de reconocer a Palestina como Estado, Camps señaló que esta decisión llega en el contexto de la campaña electoral europea y criticó la falta de referencias al genocidio por parte de los políticos.
“Es un interés político, mediático o de oportunismo electoral. La relación entre España e Israel nunca ha sido buena, por lo que posicionarse aquí es fácil, no requiere mucho esfuerzo”, expresó, añadiendo que así como se busca reconocer a los palestinos, también se debería hacer lo propio con el pueblo saharaui.
Camps afirmó que en el Mediterráneo se está llevando a cabo “un genocidio estructural” y abogó por una política migratoria que incluya canales de ayuda en los países de origen, en lugar de externalizar las fronteras.
“La política migratoria que adopta Europa es la de considerarnos invadidos, cuando en España solo el 35% de la inmigración irregular proviene en patera”, indicó, lamentando la criminalización de la inmigración en un contexto de baja natalidad.
Ante la pregunta sobre el papel de Naciones Unidas en este conflicto, Camps criticó a la organización, calificándola como “un niño que nació muerto” y asegurando que no cree en su funcionamiento, instando a que se actualice.
Por último, Camps defendió la labor de Open Arms, argumentando que en el Mediterráneo se estaba permitiendo la muerte de personas migrantes y lamentando las críticas hacia la ONG: “Rescatar a personas en el mar parece ser considerado como tráfico, esclavismo o delincuencia, estamos siendo objeto de una criminalización desproporcionada”.
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