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Más de 1,900 científicos y 30 entidades advierten sobre el "deterioro" del Pacto Verde Europeo.

Más de 1,900 científicos y 30 entidades advierten sobre el

La creciente preocupación por la deforestación y el desarrollo descontrolado de las energías renovables ha llevado a un amplio grupo de científicos y organizaciones a alzar la voz. En una carta pública, más de 1.900 investigadores europeos y más de 30 entidades científicas han hecho un llamado urgente para proteger el Pacto Verde Europeo de una serie de decisiones políticas que consideran preocupantes.

En un comunicado emitido por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf), que figura entre los firmantes del documento, se destaca la inminente amenaza que enfrenta el Pacto Verde. Los firmantes expresan su preocupación ante la reciente retirada del Reglamento sobre el Uso Sostenible de Plaguicidas, las modificaciones en la Política Agrícola Común (PAC) y el demorado reglamento europeo sobre la deforestación, lo que amenaza con socavar los compromisos medioambientales de la Unión Europea.

Estas decisiones, según los científicos, no solo comprometen la capacidad de la UE para alcanzar la ansiada neutralidad de carbono, sino que también afectan negativamente la conservación de la biodiversidad y la reducción de la contaminación. Esto, advierten, puede representar un riesgo crítico para la salud pública, el bienestar general y la seguridad alimentaria de la región.

La carta cuenta con el respaldo de importantes entidades científicas, incluyendo la Asociación Española de Ecología Terrestre (AEET), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp), la Estación Biológica de Doñana, y universidades internacionales como la Colorado State University de Estados Unidos, entre otras.

El documento hace hincapié en el retraso en la implementación del Reglamento Europeo sobre materias primas y productos vinculados a la degradación de ecosistemas forestales (EUDR). Los firmantes argumentan que este retraso socava la capacidad de la región para enfrentar seriamente la deforestación y la degradación asociada a las cadenas de suministro europeas.

Además, subrayan que una regulación efectiva podría prevenir la deforestación de bosques tanto europeos como internacionales y contribuir a la reducción de las emisiones de carbono, estimadas en un potencial de más de 32 millones de metros cúbicos anuales, rescatando así la biodiversidad amenazada.

La carta también critica el recente rechazo del Reglamento sobre el Uso Sostenible de Plaguicidas, destacando que esta decisión desconoce la abrumadora evidencia científica y el apoyo ciudadano en favor de la reducción del uso de plaguicidas en toda la UE. Se advierte que tal postura pone en peligro las iniciativas destinadas a enfrentar el incremento de agroquímicos dañinos.

En relación con la PAC, los científicos apuntan que las reformas recientes han debilitado los estándares ambientales, priorizando una productividad a corto plazo en detrimento de la sostenibilidad a largo plazo. Esto podría intensificar la degradación del suelo, la disminución de la biodiversidad y el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero.

Asimismo, se hace un llamado a la atención sobre la expansión de las energías renovables, que si bien es esencial para la descarbonización, puede resultar en la destrucción de hábitats y ecosistemas únicos sin una planificación adecuada. Esta situación requiere una regulación efectiva para asegurar que los beneficios medioambientales no se vean comprometidos.

Ante este panorama, los científicos proponen varias medidas para fortalecer el Pacto Verde. Entre ellas, sugieren la reconsideración de decisiones recientes, como las reformas de la PAC y la implementación del EUDR, así como la reinstauración del SUD y la reintroducción de regulaciones sobre el uso sostenible de plaguicidas.

Finalmente, enfatizan la importancia de fortalecer la conexión entre la ciencia y la política para respaldar una toma de decisiones informada, junto con un firme compromiso hacia la sostenibilidad. Llaman a desarrollar modelos y soluciones que prioricen la salud y la calidad de vida de las comunidades europeas en el contexto de los desafíos ambientales globales.