Este fin de semana, los Comuns se preparan para cerrar un capítulo significativo en su historia política durante la IV Assemblea Nacional, donde se despiden de la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien ha sido una figura clave en el liderazgo del movimiento. En esta ocasión, Candela López, actual vicepresidenta de la Diputación de Barcelona y diputada en el Congreso, repetirá como coordinadora, acompañada de la concejala de Barcelona, Gemma Tarafa, quien también asumirá un papel de relevancia en la dirección nacional del partido.
Bajo el lema "Construïm futur en comú", la Asamblea se instalará en el Campus Ciutadella de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y se enfocará en la renovación de los órganos del partido y en establecer una clara hoja de ruta para los años venideros. Este evento será crucial para definir la estrategia del partido en un contexto electoral complicado.
Los Comuns llegan a esta Asamblea en un momento de reflexión tras un ciclo electoral difícil que incluyó la pérdida de la alcaldía de Barcelona y más de 60,000 votos en las municipales en comparación con los resultados de 2019. A nivel nacional, se posicionaron en segundo lugar en Catalunya durante las elecciones generales, pero sufrieron una disminución en su representación parlamentaria y en las elecciones europeas, donde quedaron detrás de Podemos.
A pesar de la reconfiguración de alianzas, como la confluencia electoral con Podem Catalunya y su presentación bajo el paraguas de Sumar, las relaciones con esta última formación se han tensado significativamente. La decisión de Podem de no presentarse juntos en las elecciones catalanas y su competencia en las europeas evidencian las fricciones que afectan a la izquierda.
Este periodo ha estado marcado por importantes cambios, incluida la salida de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, como líder de Sumar, y la reciente dimisión del portavoz de la formación en el Congreso, Íñigo Errejón, en medio de acusaciones de conducta sexual inapropiada. Estas circunstancias han llevado a los Comuns a centrarse en fortalecer su propia identidad durante esta Asamblea, optando por celebrar un evento sin la presencia de Díaz y otros líderes de Sumar.
La candidatura encabezada por López y Tarafa es la única presentada durante el proceso interno de renovación de liderazgo y será sometida a votación por los 1,167 inscritos en la Asamblea. López buscará mantener la dirección que asumió en noviembre de 2019, y junto a otros miembros reconocidos del partido, como Jéssica Albiach y Ernest Urtasun, planea dar un paso adelante hacia una nueva etapa.
La proclamación de la nueva Ejecutiva, que combina experiencia y renovación al contar con un 43% de nuevos miembros, se llevarán a cabo el 17 de noviembre. La dirección tiene la intención de ser más representativa y centrarse en el crecimiento del partido de cara a las elecciones municipales de 2027, así como en asuntos de gobernabilidad en Catalunya y a nivel estatal.
Se espera que las dinámicas organizativas se vean reforzadas, con nombramientos de portavoces como Aina Vidal y Gerardo Pisarello, y la reciente creación del cargo de Secretario de Coordinación que ocupará Joan Mena, con el objetivo de unificar las distintas áreas del partido. Además, la participación de los tres alcaldes actuales también se sumará a la nueva dirección.
Con la mirada puesta en el futuro, la Asamblea se anticipa como un espacio de diálogo sobre la estrategia política del partido. Los Comuns buscan revisar su imagen y posicionarse firmemente como defensores del clima y la igualdad en un contexto donde crece la desafección política y el auge de la extrema derecha.
A nivel organizativo, se introduce el Consell Interterritorial, un nuevo órgano consultivo que se reunirá regularmente, y se discutirá la posible obligatoriedad de cuotas para los militantes, actualmente voluntarias. Esto refleja un deseo de estructuración interna más sólida y un compromiso con la transparencia.
Asimismo, después de la Asamblea, se prevé una reestructuración de equipos para evitar la duplicidad de funciones, en línea con su código ético. Entre las resoluciones que se someterán a votación, los Comuns propondrán incrementar y regularizar impuestos a la banca y a las empresas energéticas, además de triplicar el tributo a las grandes fortunas, buscando una política fiscal más justa y equitativa.
Además de cuestiones fiscales, se abordará la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas para 2024 con la meta de llegar a 32 horas en 2030. También se enfatizará un enfoque crítico hacia Europa, cuestionando las dobles varas de medir que se han evidenciado en la respuesta de la UE ante situaciones como la invasión de Ucrania y el genocidio en Palestina, fortaleciendo así su compromiso con un internacionalismo coherente y solidario.
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