La Generalitat de Catalunya ha anunciado el reinicio de las obras para la futura estación de Campus Nord, un avance significativo en la extensión de las líneas 9 y 10 del Metro de Barcelona. Estos trabajos, que comenzarán esta semana, forman parte de un ambicioso esfuerzo por mejorar el transporte público en la ciudad y facilitar la movilidad urbana.

De acuerdo con un comunicado emitido el miércoles, la nueva estación estará situada en el cruce de las calles John Maynard Keynes e Ignasi de Solà-Morales i Rubió, un punto estratégico que facilitará el acceso a una de las áreas más dinámicas de la capital catalana.

En esta fase inicial, se retomarán las obras para ejecutar las pantallas y excavar el pozo de la futura estación, después de que ya se hayan realizado trabajos en otras partes de los servicios necesarios para la infraestructura. Este avance es fundamental para garantizar la integración de la estación en el entorno urbano y la correcta implementación de los sistemas necesarios para su funcionamiento.

Los próximos meses se centrarán en diversas tareas cruciales, como la implantación de la obra, el desvío de servicios afectados, la instalación de protecciones acústicas y la realización de excavaciones. Estas actividades son esenciales para sentar las bases tanto estructurales como funcionales del nuevo nodo de transporte.

En etapas futuras, se procederá a la construcción de las pantallas y a la excavación del pozo de la estación, que alcanzará una profunda altura de 55 metros y un diámetro de 26 metros. Este diseño no solo refleja la complejidad técnica del proyecto, sino que también resalta la importancia de crear infraestructuras adecuadas que soporten un aumento en el uso del transporte público.

El proyecto, promovido por la Conselleria de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, busca completar el tramo central de las líneas 9 y 10 del Metro, una iniciativa que ofrecerá una conexión más efectiva y rápida a los ciudadanos. Las proyecciones indican que esta conexión puede incrementar el número de usuarios de los actuales 27 millones a unos espectaculares 113 millones, lo que demuestra su potencial para transformar la movilidad en la región. La inversión total en estas obras asciende a 925 millones de euros, enfatizando el compromiso de la Generalitat con un transporte público más accesible y sostenible.