El líder del Partido Popular en el Parlament, Juan Fernández, ha puesto de relieve la crítica situación política en Cataluña, solicitando una comparecencia del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ante la Cámara catalana. Este requerimiento se produce en el contexto de una reunión programada de Illa con el líder de Junts, Carles Puigdemont, que tendrá lugar en Bruselas.

Durante una conferencia de prensa, Fernández no ha escatimado en palabras para cuestionar el motivo de este encuentro, sugiriendo que Illa actúa como un simple mensajero del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Según el portavoz del PP, esta reunión expone no solo la cercanía entre ambos políticos, sino que también revela una faceta de Illa que, en su opinión, es profundamente decepcionante para los ciudadanos.

Fernández ha calificado a Illa como un político "tóxico", comparándolo con Puigdemont y acusándolo de formar parte de un proceso que, según él, busca desmantelar el estado en Cataluña. Ha declarado firmemente que este encuentro representa un nuevo paso en una supuesta operación para debilitar la integridad del territorio catalán.

El líder popular ha manifestado que, en su opinión, el encuentro entre Illa y Puigdemont es un acto de hipocresía, especialmente a la luz de declaraciones pasadas en las que Illa se opuso a la amnistía. “Es una vergüenza que esté dispuesto a renunciar a sus propios principios por mantener a Sánchez en el poder”, afirmó Fernández, quien tildó la situación de humillante para el Estado español.

Además, Fernández ha argumentado que Illa se convierte en el tercer representante de Sánchez en rendirle pleitesía a Puigdemont, destacando que sus predecesores en este papel fueron Santos Cerdán y José Luis Rodríguez Zapatero, lo que, a su juicio, demuestra el creciente poder del separatismo en Cataluña, que, aunque no gobierne, tiene una influencia significativa.

La posición de Fernández es clara: la convivencia entre los catalanes no puede construirse sobre la mentira ni sobre la figura de un presidente que actúe como un títere político. Ha enfatizado que no habrá una nueva etapa bajo el gobierno de Illa, enfatizando que lo que se necesita es un liderazgo firme y coherente que no se pliegue a las presiones del independentismo.