En un reciente barómetro semestral municipal, los votantes de Barcelona han dado a conocer sus preferencias para las próximas elecciones, revelando que el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) se posiciona como el favorito, aunque con una nota media de 4,8 para su alcalde, Jaume Collboni, quien todavía enfrenta críticas. En contraste, la líder de ERC, Elisenda Alamany, se alza como la mejor valorada, obteniendo un 4,9.
El PSC, que actualmente ocupa la alcaldía, se sitúa al frente en intención de voto con un 14,4%, aunque ha sufrido una caída de 2,8 puntos porcentuales desde el último barómetro realizado en julio. Esta cifra resulta crucial ya que marca una diferencia de 5,7 puntos con respecto a su principal competidor, los comuns de BComú, que alcanzan un 8,7% en la misma métrica.
La presentación de estos datos corrió a cargo del cuarto teniente de alcalde, Jordi Valls, acompañado por el director de la Oficina Municipal de Dades de Barcelona, Màrius Boada, quienes ofrecieron detalles sobre la encuesta realizada entre el 25 de noviembre y el 4 de diciembre, abarcando 805 entrevistas telefónicas.
En el desglose de los resultados, el PSC es el único partido que mejora su posición respecto a las elecciones municipales de 2023, logrando subir 2,5 puntos, mientras que los resultados de BComú disminuyen en 3,2 puntos y los de ERC y Junts también caen. Particularmente, Junts sufre una pérdida significativa de 7,8 puntos, lo que refleja un cambio en la dinámica política de la ciudad.
Comparando con el barómetro de junio, los socialistas sufrieron una caída de 2,8 puntos, mientras que los comunes, ERC y Junts también vieron descensos en sus apoyos, lo que sugiere un ambiente de fluctuación en las opiniones de los ciudadanos sobre las distintas formaciones políticas.
En lo que respecta a la valoración de los líderes políticos, es preocupante que todos mantengan calificaciones por debajo del aprobado. El alcalde Collboni, con un 4,8, comparte la penúltima posición con el líder de Junts, Jordi Martí. Alamany, destacándose por su reciente elección como secretaria general de ERC, recibe una puntuación ligeramente superior, convirtiéndose en la mejor valorada.
La líder de BComú, Janet Sanz, logra un 4,3, mientras que el presidente del PP en Barcelona, Daniel Sirera, y el líder de Vox, Gonzalo de Oro, se quedan muy atrás con puntuaciones de 3,3 y 2,4, respectivamente. Este panorama sugiere una insatisfacción general con el liderazgo actual en el consistorio.
Es relevante señalar que este barómetro ha evaluado por primera vez a Martí y Sanz, tras la renuncia de sus predecesores, así como a Alamany, quien ya había sido evaluada previamente. La falta de reconocimiento hacia estos líderes podría haber influido en las calificaciones obtenidas, lo que fue subrayado por Boada durante la presentación, quien indicó que muchos de ellos son nuevas figuras en la política local.
En cuanto al reconocimiento, Collboni se destaca como el político más conocido del ayuntamiento, con más del 80% de los encuestados familiarizados con su figura. Sin embargo, su popularidad no se traduce en buenos resultados en términos de evaluación. En contraste, los otros líderes políticos presentan niveles alarmantes de desconocimiento, con más del 50% de los encuestados sin poder identificar a Alamany, Sanz, Martí y De Oro.
Ante esta cruda realidad, Valls defendió la labor del gobierno municipal, argumentando que el enfoque de colaboración y la disposición al diálogo son esenciales para satisfacer las demandas de los ciudadanos, un mensaje que choca con las cifras de insatisfacción general. Con un panorama político tan cambiante y una población que exige más, queda por ver cómo reaccionarán los partidos y sus líderes ante estos resultados.
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