Una vez más, la crisis habitacional golpea a las familias más vulnerables en Esplugues de Llobregat, Barcelona. Este lunes, el Ayuntamiento ha procedido al desalojo de un edificio que albergaba a 38 familias, tras determinar que su estado de ruina imposibilitaba la habitabilidad.
El informe técnico externo ha revelado la presencia de graves daños estructurales que ponen en riesgo la seguridad de los residentes. Ante esta situación crítica, se ha activado un protocolo de desalojo que incluye la creación de una Oficina Municipal de apoyo y atención a las familias afectadas, así como la intervención del Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (Cuesb).
El Ayuntamiento se ha comprometido a trabajar con celeridad en la búsqueda de soluciones integrales para todas las familias desalojadas. La prioridad es garantizar la seguridad y hallar alternativas habitacionales adaptadas a cada caso en el menor tiempo posible.
En un gesto de solidaridad, se ha ofrecido alojamiento puntual a aquellas familias que no cuentan con una alternativa habitacional inmediata durante las primeras 48 horas. Sin embargo, la incertidumbre y la preocupación siguen latentes en medio de esta crisis.
Ante esta situación, Protecció Civil de la Generalitat ha activado el plan territorial del Procicat para coordinar el desalojo del edificio de siete plantas, en un esfuerzo por garantizar la seguridad de todos los afectados.
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