BARCELONA, 30 de octubre - En una ambiciosa iniciativa, el Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado la implementación de un plan que verá la instalación progresiva de hasta 500 nuevas cámaras de vigilancia en la ciudad entre finales de este año y 2027. Esta expansión afectará a todos los distritos y se suma a las 160 cámaras ya existentes.
Maite Català, Gerente de Seguridad y Prevención del Ayuntamiento, ofreció detalles sobre esta medida en una rueda de prensa el pasado jueves. Català afirmó que estas cámaras actuarán como un refuerzo a la presencia policial, con el objetivo de "incrementar la seguridad en la vía pública".
El primer lote de cámaras comenzará a instalarse en noviembre, con un total de 134 dispositivos que se colocarán principalmente en el Eixample y Ciutat Vella. Este despliegue se extenderá hasta 2026, destacando la introducción de cámaras en la plaza Catalunya, un punto donde previamente no existía vigilancia, ya que las más cercanas estaban ubicadas en áreas como el paseo de Gràcia y las Ramblas.
Asimismo, Català explicó que cerca de 30 de las nuevas cámaras serán mejoras de equipos existentes, lo que permitirá una mayor cobertura visual. Además de la plaza Catalunya, el paseo Marítimo, que cruza desde la plaza del Mar hasta el puerto olímpico, también será un nuevo foco de vigilancia.
El presupuesto asignado para esta primera fase asciende a 3,8 millones de euros. Las siguientes fases, que incluirán otras 121 cámaras, tendrán un financiamiento conjunto de aproximadamente 4 millones de euros y se comenzarán a implementar en 2026, con la finalización prevista para el primer semestre de 2027.
La cuarta y última fase, que incluirá 245 cámaras, se llevará a cabo a lo largo de 2027. Al finalizar esta fase, el total de cámaras de vigilancia en la ciudad podría alcanzar hasta 660, integrando las ya instaladas.
Además, Català reveló que uno de los objetivos del gobierno municipal es añadir otras 500 cámaras durante el próximo mandato. La funcionaria también se refirió a la importancia de mantener el equilibrio entre el derecho a la intimidad y la necesidad de seguridad pública al implementar este sistema de vigilancia.
La instalación de las cámaras debe seguir un riguroso procedimiento de aprobación. La propuesta hecha por la gerencia de Seguridad es revisada por la Comisión de Control de Dispositivos de Videovigilancia de Catalunya, que está presidida por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Esta comisión luego eleva la decisión a la Dirección General de Administración de Seguridad, que depende del departamento de Interior de la Generalitat, para su confirmación.
Català también subrayó la importancia de este protocolo, enfatizando el control existente para asegurar que se respete la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos durante la instalación de estos dispositivos.
Los criterios para la ubicación de las nuevas cámaras se fundamentan en tres aspectos clave: la presencia de delitos en la zona, el análisis de espacios vulnerables designados por 'Secur'cities' que han experimentado incidentes graves, y áreas con conflictos significativos de convivencia, tales como lugares frecuentemente visitados para manifestaciones o festejos populares.
“Iniciaremos este proyecto ubicando cámaras en las áreas que cumplen con estos tres criterios. Por esta razón, Eixample y Ciutat Vella son las primeras zonas seleccionadas, y después continuaremos según los resultados de este análisis”, concluyó Català.
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